Introducción

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Al considerar el origen de las especies se concibe perfectamente la reflexion sobre las mutuas afinidades de los seres orgánicos, sobre sus relaciones embriológicas, su distribución geográfica y otros hechos semejantes, llegando a deducir que las especies no han sido creadas independientemente, sino que han descendido como variedades de otras especies. A pesar de todo, premisa, aun estando bien fundada, no sería satisfactoria hasta poder demostrar cómo han sido modificadas las innumerables especies que habitan este mundo, hasta adquirir esa perfección de estructura y coadaptación que con justicia levanta nuestra admiración. Estos cambios se atribuyen a condiciones externas, clima, alimento, etc.